Pasajes

Canciones para el tiempo y la distancia

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Así se titula el primer trabajo de Ivan Ferreiro, el antiguo cantante de la desaparecida banda Los Piratas, que por cierto le encanta a uno de mis primos, pero a la que yo nunca le he dado una oportunidad. Tengo tantas cosas por escuchar que siempre es inevitable dejar algunas de lado...

Lo que me pasó anoche con este artista es curioso. No fue un hecho concreto, sino un conjunto de detalles. Nunca antes un desconocido me había parecido tan cercano.

Estaba escuchando EuropaFM a través de Internet (algo raro en mí, porque hace tiempo que no escucho la radio), pero el motivo es que había leído que los jueves radiaban por esta emisora a partir de las 22:00 un espacio de anime como sección de un programa musical (que al final resultó no ser cierto, o ayer se lo saltaron). El caso es que pusieron una canción de este hombre y me gustó la letra. Creo que fue el primer single, el que da título al disco, a este Pasaje, y al parecer el último que compusieron para el album.

Mientras cenaba le pregunté a mi primo (el que está empollado en música ;)) cómo se llamaba este chaval, el antiguo cantante de Los Piratas, pero no lo sabía, así que decidí hacer lo que siempre hago cuando no sé algo: buscar la información en Google :P

No hizo falta, porque al volver de cenar el programa había avanzando y casualmente lo entrevistaban. Así que oí su nombre y busqué información sobre él directamente, encontrando su blog, su fotoblog y su web. Lo de que fuera bloggero me sorprendió y me agradó a partes iguales. Además de estar escuchándole en esos momentos por la radio, el hecho de que perteneciera a una misma minoría que yo (la de los internautas inquietos) fue lo primero que me hizo verle como alguien próximo. Para colmo también tiene un fotoblog... No sé de dónde sacará el tiempo, a mí es solo con mi blog y no doy a basto. Parece que no hay que ser famoso para tener la agenda llena :D

El blog tiene poco más de dos meses, pero espero que no se canse de él con el tiempo (como suele pasar con estas cosas), porque me pareció muy interesante y a la vez original, por aquello de escribir desde las habitaciones de los hoteles en los que hace noche. Leí en una de sus entradas que no hace mucho tocaron en Cormorán, y aunque vivo en Madrid conozco el local, ya que mi niña (que es Valenciana) estuvo allí una noche hace poco y salía en una foto en la web, que la ví yo (wapaaaaa!!!). Además leí que le gusta mucho Valencia, y ayer por la tarde precisamente estuve pensando que a mí cada vez me gusta más... y que no sabría explicar por qué.

Su web está genial (y lo dice uno que se dedica a hacerlas en su tiempo libre y que flirtea con Flash), felicidades al diseñador. Mirando entre sus letras aumentó mi asombro... encontré que una de ellas, firme candidata a ser su segundo single, se titula... El viaje de Chihiro!!! Además también le gusta el anime!!!. Mientras, seguía escuchando la entrevista, donde me pareció un tipo auténtico, algo que mucha gente intenta aparentar, pero solo los que lo son lo saben destilar...

Para terminar he visto que el último concierto de su gira casualmente es en la feria de mi pueblo, en Linares. Es el día 24 de agosto y no sé si andaré ya por allí por esas fechas o seguiré estudiando para los exámenes de septiembre, pero igual cuando escuche su disco lo decido :D

Bueno, qué decir, que me ha caído muy bien el chaval para no conocerle de nada. Estoy deseando escuchar su primer trabajo, si me convences nos veremos en Linares ;). Bueno, te veré yo a tí xD

Enlazo su blog entre mis blogs amigos, que me ha gustado mucho ;)

PD: Qué bueno lo de "Mi vida es David Lynch!" xD

La muerte del respeto

Es esperpéntico.

Ya hace tiempo que se superó la barrera del "todo vale si es por dinero". Y si esta máxima la extendemos al mundo de la televisión, pues todo vale con tal de subir la audiencia.

He leído hoy en el descodificador una crítica a los programas del corazón, mierda cantante y danzante de la telebasura de este país, que bailan pegados a los packs Gran Hermano, porque como dice una bonita canción, bailar de lejos no es bailar.

El artículo gira en torno a Lola Flores, pero podía haberse tratado de cualquier otra persona, de quién se hable me es indiferente. Como me son indiferentes las vidas de toda la gente que no conozco, con los que no hablo a menudo y que no me dan la mano, un beso o un abrazo cuando los veo. Pero sé que soy un bicho raro, millones de españoles se desviven por las vidas de los "ricos y famosos", (no hay más que ver el dinero que se mueve con ellas), en lugar de intentar vivir las suyas.

Qué triste.

Muchas veces me entran ganas de decirles a algunos familiares o amig@s míos que ven estos programas o leen esas revistas: "Pero hombre/mujer, piensa un poco. Que tú también tienes una vida, una en la que tú decides, que necesita que le dediques todo tu tiempo, que nadie lo va a hacer por tí. Y que es corta, demasiado corta". Pero claro, la vida de uno es dura, con problemas que tienes que afrontar y a veces con sufrimiento. La vida de los ricos y famosos es mejor: ellos tienen dinero. "Déjame soñar con la vida que nunca tendré porque no quiero vivirla y déjame ver cómo disfrutan los demás de la suya".

Cada vez son más los programas donde los cotillas que se hacen llamar periodistas y algunos nuevos fichajes se dedican a ladrar y a graznar, porque perdieron hace tiempo la capacidad de hablar y el dinero les produce una diarrea mental crónica. Critiquemos a todo el que se ponga por delante, que es gratis, no importa a quién hagamos daño con nuestras palabras, que se jodan, para eso son famosos. Eso sí, a mí que no me toquen. Si me presionan mucho luego pediré perdón, pero cuando tenga el bolsillo lleno.

La gota que colma el vaso llega cuando en ese festín de buitres carroñeros se traspasa la línea, muy debil ya y apenas visible, del respeto. Porque hablar de los muertos es más fácil, no tienen derecho a réplica. Total, a ellos ya les da todo igual. Pregúntenle a esos que se hacen llamar periodistas qué les parece que hablen de sus muertos. Seguro que no les hace ni pizca de gracia.

Pero quiero redirijir el tema hacía la raiz que lo origina: la culpa no es de los programas o las revistas "rosas" (que como he leído en una opinión, su olor es bastante antagónico al perfume de esta flor), sino de la gente que los ve. Estamos hartos de oir decir a la gente que "la tele está hecha una pena", pero ninguno deja de verla. Debe ser que les gusta la basura. "Es que yo no puedo hacer nada para que cambien la programación"... tampoco yo puedo hacer nada para que Ana Obregón deje de ser actriz, simplemente no la veo. Pero es que la solución no es viable: los métodos alternativos a la caja tonta son agotadores. Leer, pufff... Hablar con nuestra pareja, ¿para qué?. Comprar... eso, compremos como nos han enseñado, no hay nada que se nos de mejor...

Por suerte para mi humanidad, el término "sentarme a ver la tele" hace tiempo que dejó de entrar en mi vocabulario. Pero creedme, tenemos lo que nos merecemos.

Antes del atardecer

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Dirección: Richard Linklater (Antes del amanecer)
País/Año: USA/2004.
Duración: 80 min.
Género: Drama, romance.
Reparto: Ethan Hawke (Jesse), Julie Delpy (Celine), Vernon Dobtcheff (Encargado librería), Louise Lemoine Torres (Periodista), Rodolphe Pauly (Periodista), Mariane Plasteig (Camarera), Diabolo (Philippe), Denis Evrard (Encargado barco), Albert Delpy (Hombre en el grill), Marie Pillet (Mujer en el patio).
Guión: Richard Linklater, Julie Delpy y Ethan Hawke; basado en una historia de Richard Linklater y Kim Krizan; basado en los personajes creados por Richard Linklater y Kim Krizan.
Producción: Anne Walker-McBay.
Música: Julie Delpy.
Fotografía: Lee Daniel.
Montaje: Sandra Adair.
Diseño de producción: Baptiste Glaymann.
Vestuario: Thierry Delettre.

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Argumento: Jesse y Celine se conocieron en un tren y pasaron juntos una noche inolvidable paseando por Viena. Prometieron encontrarse de nuevo seis meses después. Han pasado nueve años desde entonces, y Jesse y Celine se vuelven a reunir, esta vez en París. Jesse está de gira promocionando su novela cuando la ve entre la gente en una librería de París. Ella lleva un tiempo viviendo en la capital francesa. Él vive en Nueva York. Jesse inmediatamente decide dejar todo para pasar el poco tiempo que le queda con Celine, de nuevo, esta vez paseando a orillas del Sena. Ambos pasan la tarde en los cafés, en los parques, recordando aquella tarde en la capital austríaca y lo vivido por ambos hasta entonces, explorando el funcionamiento de sus corazones y sus mentes y vuelven a descubrir su singular pero poderoso amor por lo inesperado, lo improvisado y del uno por el otro.

Secuela de la aclamada Antes del amanecer, dirigida por el mismo director y protagonizada por los mismos actores que su antecesora, que fue calificada por la crítica como una de las más originales historias de amor y que ganó el Oso de Plata al Mejor Director en el Festival de Berlín de 1995.

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Crítica: Aunque estas dos películas están separadas por 10 años, están tan ligadas una a la otra que la verdad es que considero una suerte poder haberlas visto seguidas en una misma tarde.

Antes del amanecer me ha gustado mucho, pero Antes del atardecer me ha encantado. Supongo que no me hubiese gustado tanto de no haber visto antes la primera, ya que el hecho de comenzar la historia conociendo de antemano a los personajes es un punto a su favor. Pero si me ha gustado más ha sido por muchas otras razones...

En esta ocasión no nos encontramos con dos jóvenes llenos de sueños, esperanzas e ilusión, hablando sobre las primeras experiencias adultas de su vida. La vida ha pasado y el destino vuelve a reunir a un hombre y a una mujer (y a un actor y una actriz) más maduros, a los que la vida no ha tratado como esperaban, que han perdido la capacidad de soñar porque sus sueños se han hecho terrenales y que han vivido marcados por un encuentro que nunca se produjo. Dos personas que han evolucionado, pero que dejaron su corazón en un andén de tren nueve años atrás...

La interpretación en mi opinión es magistral. Hablan con sus miradas, con sus gestos... Se declaran su amor con el silencio que sus palabras no se atreven a romper. Hablan con una confianza entre ellos que parece que se conozcan de hace años, y no han estado juntos ni tan solo dos días. Ainss, si es que el amor... es lo que tiene :D

Es una película para disfrutar, para pararte una y otra vez en cada escena y contemplar cómo los actores viven los personajes como si fueran ellos mismos, y eso no pasa muy a menudo. Es increíble lo que transmiten los ojos de Ethan Hawke en algunas tomas, su evolución como actor es la que más se advierte. Se nota que ambos pusieron su granito de arena en el guión, y ella incluso en la música ;)

Una historia de amor para románticos, paseando por la que dicen que es la ciudad del amor (aunque la verdad es que su paseo por Viena en Antes del amanecer me gustó más, pero eso es porque yo también he paseado por Viena y no puedo ser objetivo :D).

Conclusión: Imprescindible. Recomiendo encarecidamente ver previamente Antes del amanecer. Y si puede ser, ver las dos seguidas ;)

Nota: 9

Investimiento

La historia de "piano man" parece sacada de un guión de cine. Es más, es bastante probable que en el futuro se termine haciendo una película basada en ella.

Según Alejandro Gándara, los psicólogos del arte denominan "investimiento" al proceso mediante el cual los creadores cubren con las maravillas de la imaginación el pozo negro de su dolor, su miseria o su culpa.

Cubrir con tu imaginación tu dolor, tu miseria o tu culpa. Yo traduciría esto como utilizar tu válvula de escape, olvidar lo que te tortura, ocupando tu mente en lo que mejor sabes hacer, volcándote en ello. La mejor forma de que algo que creamos no termine siendo bueno, sino excepcional, es poniendo en ello todo nuestro ser. El hecho de no querer volver la vista atrás para no encontrarnos con aquello que nos persigue, nos da una fuerza inusual que nos impide desviar nuestra atención hacia cualquier otra cosa, olvidándonos incluso de vivir y disfrutar.
Olvidando el carpe diem.

Me vienen a la mente multitud de genios de todos los tiempos que vivieron presa de algún tipo de miedo, que según esta teoría quizás fuera la razón que estrujaba su creatividad. Huían de su vida, de su soledad, de su locura, de sus desamores, de sus problemas de salud, de su tristeza... de su dolor. Hombres tales como Van Gogh, Beethoven, Bécquer, Goya, Lorca, Jorge Manrique...

Quizás sea el dolor lo que nos empuja a crear obras extraordinariamente bellas. Obras que, paradójicamente, suelen infundir todo lo contrario en quienes las admiran, evocándoles muchas sensaciones pero alejándoles del dolor terrenal.

Seguramente en la carrera de sus creadores por huir de sus monstruos para darlas a luz, sus obras huían con ellos.

Es predicar en el desierto...

Es predicar en el desierto... pero no importa.

Con estas palabras termina Los abajo firmantes, una película española que gira en torno a las protestas que el sector de la cultura, y más concretamente el del cine español, dirigió a principios de 2003 contra el entonces gobierno popular, pidiendo el NO a la guerra contra Irak.

En mi opinión la película no es gran cosa, aunque sus últimos 15 minutos valen la pena por sí solos por el derroche interpretativo del reparto.

Pero no es de la película de lo que quiero hablar, ni de la guerra de Irak, de la que ahora todos conocemos los motivos y hemos sufrido sus consecuencias. Es de esa última frase con la que he comenzado a escribir y en definitiva de la moraleja amarga de la película. Del sentido de nuestras palabras... si es que existe.

Es predicar en el desierto... pero no importa.

¿Realmente no importa? ¿Realmente sirve de algo hablar si nadie nos escucha? ¿Si nadie cambia aunque sea un ápice de su ser, de su pensamiento o de su conducta tras oir nuestras palabras?

A veces sentimos que predicamos en el desierto cuando hablamos, como comentábamos ayer en nuestro último pasaje. Dejemos a un lado la impotencia que vivimos en esos momentos y centrémonos en el sentido. El sentido es el alma del predicar... aunque lo que prediquemos sea polvo.

Si un árbol cae en un bosque y nadie lo oye caer... ¿hará ruído? Quizás no, no lo sé. Pero lo que sí sé es que si no lo hace nadie podrá oirlo.

¡Habla! Aunque sea al silencio... porque nunca sabes si te estará escuchando.

Vivo en la esperanza de que al hablarle al viento, él lleve a alguien mis palabras.

Discusiones

Ayer leí un artículo de Alejandro Gándara que me ha hecho pensar.

Lo resumiré brevemente: se trata de una clasificación de los tipos de personas con las que nos podemos encontrar en una discusión (y por extensión, en la vida). Esos tipos son:

- Los que tienen convicciones
- Los que piensan
- Y los que pasan

En mi opinión la clasificación es impecable. Creo que todos conocemos gente de cualquiera de estos tres grupos, y por el contrario dudo que conozcamos a alguien que no se pueda encuadrar en alguno de ellos. Aunque yo matizaría que creo que habla en líneas generales, ya que todo el mundo puede tener alguna convicción o idea más inamovible que otra, aunque no tenga más (caso c) o el resto de las que tiene varíen con el tiempo porque piensa (caso b).

Y hago esta aclaración porque creo que ese es mi caso. Me encuadro a mí mismo dentro del segundo grupo, aunque reconozco que a menudo peco de la soberbia del primero. Es uno de mis defectos, pero con esfuerzo intento corregirlo. No es que tenga alguna convicción firme, o al menos si la tengo ahora mismo no la recuerdo, pero sí es verdad que intento pulir lo que pienso acerca de cualquier tema de forma progresiva, a medida que conozco nuevos detalles, y lo que hoy pienso que puede ser blanco quizás mañana piense que es negro. Pero el paso de uno a otro no es fácil, como bien dice el autor del artículo, tener convicciones es relativamente sencillo, mientras que el pensamiento hay que estarlo adquiriendo siempre, sin conseguirlo nunca por completo.

Ahondando un poco más en mí personalidad hago otra distinción: si mi postura ante un tema la defino por mí mismo, influenciado por otras fuentes (escritas o audiovisuales), puedo moldearla e incluso cambiarla más facilmente que si esta viene de un interlocutor al que tengo enfrente, porque (y ese es otro de los errores que más cometo) me es difícil torcer mi brazo en una discusión, aunque descubra a mi pesar que estoy equivocado. Eso no quiere decir que nunca lo reconozca, sé que rectificar es de sabios, solo subrayo que me cuesta.

Y aprovecho para exponer una idea que no es mía, sino de uno de mis primos. Según él, la acción de discutir no debería existir, porque no lleva a ningún lado. Sería mejor que yo te contase mi postura y tú la escuchases, a continuación hiciéramos lo contrario y que lo dejásemos ahí. Yo dejo la semilla de mi pensamiento en tí y viceversa. Al cabo de un tiempo, volveríamos a sacar el tema, y entonces podríamos exponer nuestro parecer de una forma más madura, sin la barrera que supone el llevar o no la razón. Así evitaríamos a la par, la fea costumbre que tiene mucha gente de no escuchar a los demás, sino aprovechar el turno de palabra ajeno para preparar su próximo argumento. Si diálogo es escucharse a uno mismo, apaga y vámonos.

¿En qué grupo os véis vosotros? Siempre hay tiempo para un cambio ;)

Hotel Rwanda

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Dirección: Terry George (In the Name of the Father)
País/Año: GB-Italia-Sudáfrica-USA/2004.
Duración: 121 min.
Género: Drama.
Reparto: Don Cheadle (Paul Rusesabagina), Sophie Okonedo (Tatiana), Nick Nolte (Coronel Oliver), Joaquin Phoenix (Jack), Desmond Dube (Dube), David O'Hara (David), Cara Seymour (Pat Archer), Fana Mokoena (General Augustin Bizimungo), Hakeem Kae-Kazim (George), Tony Kgoroge (Gregoire), Ofentse Modiselle (Roger).
Guión: Keir Pearson y Terry George.
Producción: A. Kitman Ho y Terry George.
Música: Andrea Guerra, Rupert Gregson-Williams y Afro Celt Sound System.
Fotografía: Robert Fraisse.
Montaje: Naomi Geraghty.
Diseño de producción: Tony Burrough y Johnny Breedt.
Vestuario: Ruy Filipe.

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Argumento: Hace diez años, mientras el país de Ruanda caía en la locura, un hombre prometió que protegería a la familia que amaba y acabó por encontrar el valor para salvar a más de 1.200 personas. Hotel Rwanda narra la ejemplar historia del héroe de la vida real Paul Rusesabagina (Don Cheadle), gerente de un hotel de Ruanda que hizo acopio de su valentía y astucia para liberar a más de mil refugiados de una muerte cierta durante la guerra civil entre tutsis y hutus. Mientras el resto del mundo cerraba los ojos, Paul abría su corazón y demostraba que un hombre bueno puede cambiar las cosas.

Nominada a 3 globos de oro (mejor actor "Don Cheadle", mejor película y mejor canción) y a 3 oscars (mejor actor "Don Cheadle", mejor guión original y mejor actriz secundaria "Sophie Okonedo"), aunque no se llevó ninguno de ellos. Ganadora del premio del público en los festivales de Toronto y Los Ángeles.

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Crítica: Antes de nada quiero avisar que la película es un dramón, para que las almas sensibles vayan preparadas. No contiene escenas fuertes explícitas pero sí implícitas. Es dura y crea una tensión y una sensación de inseguridad, injusticia y miedo a la muerte tremendas (la banda sonora contribuye a ello). Como he leído en otra crítica, esta película es de las que hacen daño.

Reafirma mi idea de que una de las peores cosas que del mundo es una guerra civil, no entiendo como los humanos podemos generar tanto odio hacia nuestros propios vecinos por cuestiones raciales y sobretodo heredadas, ya que la agresión tutsi fue muy anterior generacionalmente al levantamiento hutu. El poder y la influencia de la palabra, como en el caso nazi, es la piedra angular del genocidio (mención especial a la radio, verdadero antagonista).

Creo que es una de esas películas que todo el mundo debería ver, porque muestra un poquito cómo funciona el mundo en que vivimos, gobernado como siempre por el maldito dinero, y donde un puñado de votos vale más que miles de vidas humanas. No obstante es probable que, como se dice en una frase de la película, el espectador después de ver tan crueles imágenes, dirá “qué horror”... y seguirá cenando. Me avergüenza ser ciudadano del Primer Mundo y ver cómo solo nos miramos la nariz y elegimos a gobernantes que solo se miran la suya. Participamos en guerras preventivas y no somos capaces de detener matanzas reales, básicamente porque esas matanzas nos proporcionan mucho dinero, ya que las armas para que se masacren se las vendemos nosotros.

El director viajó a Ruanda con el héroe de la historia, Paul Rusesabagina, para conocer el país y a algunos de los empleados del hotel que vivieron aquellos días. La película me ha recordado mucho a la magnífica La Lista de Schindler por el rol de su protagonista, y es una llamada de atención a occidente para que reflexionemos sobre en qué usamos nuestro poder, además de denunciar esas vergonzosas acciones que no vemos por televisión. Creo que es una inteligente manera de hacer un documental sin que este lo sea, con unos personajes que convencen, y además (como es el caso del protagonista), evolucionan.

En algunas escenas en las que se ve a la guerrilla, se nota que la mayoría no son actores profesionales, y eso te saca un poco del ambiente por momentos, en los que vuelves a recordar que estás viendo una película y en los que esta toma apariencia de ser un telefilme, pero afortunadamente son pocos.

Como curiosidad, hay un cameo de Joan Reno.

Conclusión: Recomendada por su carga moral.

Nota: 7.5

Aunque no te pueda ver

Si ayer tuviste un día gris, tranquila
yo haré canciones para ver
si así consigo hacerte sonreír.
Si lo que quieres es huir, camina
yo haré canciones para ver
si así consigo fuerzas pa vivir.

No tengo más motivos para darte
que este miedo que me da
el no volver a verte nunca más...

Creo ver la lluvia caer
en mi ventana te veo pero no esta lloviendo
no es mas que un reflejo de mi pensamiento.
Hoy te echo de menos...

Yo solo quiero hacerte saber
amiga estés donde estés
que si te falta el aliento, yo te lo daré
y si te sientes sola, háblame
que te estaré escuchando
aunque no te pueda ver,
aunque no te pueda ver...

De tantas cosas que perdí, diría
que solo guardo lo que fue
mágico tiempo que nació en abril.
Miradas tristes sobre mí, se anidan
y se hacen parte de mi piel
y ahora siempre llueve porque estoy sin tí...

No tengo más motivos para darte
que esta fría soledad,
que necesito darte tantas cosas más...

Creo ver la lluvia caer
en mi ventana te veo pero no esta lloviendo
no es mas que un reflejo de mi pensamiento.
Hoy te echo de menos...

Yo solo quiero hacerte saber
amiga estés donde estés
que si te falta el aliento, yo te lo daré
y si te sientes sola, háblame
que te estaré escuchando
aunque no te pueda ver,
aunque no te pueda ver....

Alex Ubago

Para mi niña, para que no esté triste. Porque con esta canción me acerca a su recuerdo ;)